Marcela Arza

La paloma

Paredón de ladrillos. En lo alto, una ventana con la imágen de una paloma en vitraux. Arbustos pequeños subiendo por los ladrillos, intentando alcanzar la imagen. Lautaro apoyado en el paredón, observando hacia el campo abierto. Julieta con una linterna en la mano, la prende y apaga dos veces contra el paredón. Es de noche. La luna los ilumina.

LAUTARO-Yo también tuve algo similar anoche. También caminaba por un túnel. Había caños gruesos, cañerías. Y caminaba siguiendo una línea marcada en la pared. De a ratos se borraba el tramo. Pero volvía. Y así llegué al final. De lejos el final se veía luminoso. Radiante. Pero cuando llegué, se oscureció. Y salí del túnel. Un espacio más grande y más oscuro. El viento me empujaba con tanta fuerza que tuve que ponerme en cuatro patas para intentar agarrarme al suelo. Pero mis manos no agarraban nada. No podían. Y yo lo intentaba. Me arrastraba y el viento me golpeaba. Me golpeaba en el estómago, en la cara. En los dientes me golpeaba. Me dolía mucho. Y tanto dolor se hizo fuego. Primero los pies, después las costillas y las orejas. Me incendié. Mi cuerpo quemando combatiendo al viento. Y a cada golpe que le daba, el viento se me metía. Tenía, los dos a la vez, en mi cuerpo. Mis propios golpes me dolían. Creo que eso fue lo que más me aterró. No hay grillos. ¿Querés un cigarrillo?

JULIETA- Sí. No hay viento tampoco.

LAUTARO- No.

JULIETA- Está todo muy quieto. 

LAUTARO- Sí.

JULIETA- Gracias (fuma) Hablé con Víctor. Mañana viajo para Catamarca. Me lleva Silvia en la chata de Papiro. Calculamos para el viernes llegar. Me voy a quedar el tiempo que sea necesario. Antonella va a ser la mensajera. El mes que viene viaja con los “Antorcha roja”. Ahí, Hugo se va a contactar con ella. Yo con Edgardo. Edgardo con Hugo. Sólo asuntos importantes. En palabras. Nada de frases. 

Tiempo. Julieta se despega de la pared. Camina hacia adelante observando aquel campo. Con la mirada puesta en algo infinito. Lautaro la mira, se acerca despacio hacia ella. 

JULIETA-Tanta quietud es extraña. Los árboles parecen cabezas colgando con sus pelos, frondosos, intactos. Y el pasto, parecen pinches que esperan sedientos esa sangre que no gotea. Árbol, pasto, ruta, cielo, luna llena, margaritas, yuyos, nosotros. ¿Quién cambia qué, si el cuadro ya fue pintado?

LAUTARO- Pero si le sacás un árbol, no sería el mismo cuadro.

 JULIETA- No. Sería otro.

LAUTARO-Sería, sin ese árbol.

JULIETA-Sería, que es lo importante. 

LAUTARO- (La toma del brazo) Julieta… 

JULIETA- A mí me aterra lo obvio. Le tengo pánico a lo obvio. Terror. Me paraliza cada suceso o cada pensamiento o cada relación… Me aterra. Lo obvio me aterra. 

LAUTARO- Nada de lo que pasó hasta ahora fue obvio, ¿no?

JULIETA- Cuando te conocí presentí cierta obviedad con el destino o con el universo…

LAUTARO- (Se acerca a ella) ¿Y eso te aterra?

JULIETA- Un poco. Hasta ahora no manejé muy bien lo obvio. Obviamente. 

LAUTARO- Si querés, dejo de ser tan obvio. ¿Qué sería obvio ahora?

Se miran.

LAUTARO- ¿Besarte sería obvio?

JULIETA – Sí.

LAUTARO – Me voy con vos a Catamarca. 

JULIETA – Te necesitan acá.

 LAUTARO – Yo te necesito a vos.

Lautaro intenta besarla. Julieta quiere que la bese. Sobre el paredón una luz roja parpadea. Se separan. Lautaro se agacha a un arbusto. Julieta cuenta cada parpadeo de luz.

JULIETA- Uno…dos…tres…cuatro.

La luz roja desaparece.

JULIETA-Es la señal

Julieta se agacha, también. Los dos al unísono, hacen.

LAUTARO- Ajuste de precinto

JULIETA y LAUTARO-Listo.

LAUTARO-Sincronización reloj DD1.

JULIETA y LAUTARO-Listo

LAUTARO- Activación tres, dos puntos, cero, cero.

JULIETA y LAUTARO- Listo.

Lautaro con un encendedor prende una mecha entre los arbustos. 

JULIETA-¿Encendida?

LAUTARO-Listo. 

Julieta responde con su linterna las señales del paredón.

LAUTARO- Tomá (Le pasa el encendedor) 

JULIETA- Encendela vos. Sé que te gusta.

LAUTARO- ¿Y si dejamos todo y nos vamos?

JULIETA- Prendé eso, no hay tiempo. 

Julieta se pone una máscara de lobo.  Lautaro enciende la otra mecha.

LAUTARO-Listo.

Julieta le hace señas para salir corriendo. Lautaro no se mueve. 

LAUTARO- ¿Y si dejo que pase? 

Julieta lo intenta agarrar del brazo, pero él se suelta pegándose aún más al paredón. Las luces parpadean sobre los ladrillos.

LAUTARO- Si no es con vos, no quiero avanzar. 

Julieta se saca la máscara de lobo

JULIETA- ¡Lautaro vámonos de acá!

LAUTARO- Sino es con vos, ¡dejo que pase! ¡Que me pase! ¡Que me pase!

JULIETA- ¡Vámonos de acá!

Julieta lo agarra del brazo pero él se resiste. Las luces titilan con violencia sobre el paredón. 

LAUTARO- Llevame con vos. 

JULIETA -Vamos

LAUTARO- Llevame con vos

JULIETA- ¡Te llevo! ¡Vamos!

Lautaro desiste y se deja llevar. Sonríe. Julieta corre hacia el origen de las señales sobre el paredón.

Tiempo.

El paredón explota. La paloma se deshace en mil pedazos, olvidándose en el aire. 

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